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Inversiones Desde Cero

¿Qué riesgo tienes si inviertes todo con un solo gestor automatizado?

Invertir a través de gestores automatizados se ha convertido en una opción cada vez más popular entre quienes buscan una manera simple, eficiente y barata de poner a trabajar su dinero. Plataformas como Indexa Capital, Finizens, InbestMe o MyInvestor han democratizado la inversión indexada, permitiendo que cualquier persona pueda construir una cartera diversificada sin necesidad de ser un experto. Pero… ¿qué pasa si decides invertir TODO tu dinero con un único gestor automatizado?

En este artículo vamos a analizar los riesgos asociados a esa decisión. Porque aunque los roboadvisors tienen muchas ventajas, también es importante entender las limitaciones y vulnerabilidades que implica poner todos los huevos en una sola cesta.

1. Riesgo de concentración operativa

Cuando inviertes todo tu patrimonio con un único gestor automatizado, dependes totalmente de su estructura operativa. Aunque estas plataformas suelen trabajar con bancos custodios independientes y cumplen con regulaciones estrictas, sigue existiendo un riesgo (aunque bajo) de problemas operativos: caídas del sistema, errores en la ejecución de operaciones, cambios abruptos en sus condiciones o comisiones…

Imagina que tu gestor decide cambiar de proveedor de fondos o que experimenta una caída técnica justo cuando quieres retirar tu dinero. Si todo tu patrimonio está concentrado ahí, dependes 100% de sus tiempos de respuesta.

2. Riesgo de estrategia unificada

Cada gestor automatizado tiene una filosofía de inversión concreta:

  • Algunos usan solo fondos de Vanguard o iShares.
  • Otros prefieren ETFs o combinaciones con renta fija euro.
  • Unos ponderan más EE.UU., otros Europa o mercados emergentes.

Si inviertes con uno solo, tu cartera estará sujeta a esa única forma de ver el mercado. Y aunque se trate de una estrategia pasiva y diversificada, hay diferencias sutiles que pueden afectar tu rentabilidad a largo plazo.

Diversificar entre varios gestores podría darte acceso a enfoques complementarios que mejoren tu exposición global.

3. Riesgo de cambios en la política de comisiones

Uno de los grandes atractivos de los roboadvisors es que tienen comisiones muy bajas. Pero… esas condiciones pueden cambiar. Si el gestor con el que tienes todo tu dinero decide subir un 0,10% sus costes, ese pequeño incremento impactará en el 100% de tu patrimonio invertido.

También podría modificar el tipo de fondos empleados (pasando de fondos a ETFs o viceversa) y eso podría tener implicaciones fiscales o de liquidez.

4. Riesgo reputacional o legal

Aunque los gestores automatizados están regulados por la CNMV y sujetos a normas estrictas, no están exentos de problemas reputacionales o legales. Una mala praxis, un conflicto de interés o simplemente un escándalo en medios podría afectar la confianza en la plataforma y provocar retiradas masivas que tensionen su operativa.

Y si tu dinero está todo concentrado en ese gestor, no podrás quedarte al margen.

5. Riesgo de falta de personalización

Los gestores automatizados trabajan con algoritmos y perfiles de inversión estandarizados. Esto está muy bien si tienes un perfil medio, pero si tus necesidades son especiales (por ejemplo, si tienes objetivos concretos de liquidez, fiscalidad específica, otros activos externos que afectan tu perfil…) puede que el algoritmo no los tenga en cuenta.

Al diversificar entre varios gestores, o combinar un roboadvisor con inversión manual o asesoramiento independiente, puedes adaptar mejor tu estrategia a tu situación real.

6. Riesgo de sincronía fiscal

Si en el futuro decides mover tu dinero de un gestor a otro, podrías enfrentarte a una tributación inesperada si los fondos utilizados no permiten traspaso sin peaje fiscal. Esto ocurre especialmente si el gestor usa ETFs extranjeros no traspasables. Si tu dinero está todo invertido ahí, cambiar de proveedor podría implicar pagar impuestos anticipadamente.

7. Riesgo de comodidad excesiva

Uno de los grandes puntos fuertes de los roboadvisors también puede convertirse en un problema: te hacen tan fácil invertir que podrías caer en la tentación de desentenderte por completo. No revisar nunca, no estudiar alternativas, no reajustar tu estrategia si cambia tu situación personal o laboral…

La inversión automatizada funciona mejor cuando va acompañada de una actitud activa por parte del inversor (aunque no requiera intervención constante).

Conclusión

Invertir con un gestor automatizado tiene muchas ventajas: comisiones bajas, diversificación global, sencillez y automatización. Pero concentrar todo tu dinero en uno solo implica riesgos que muchas veces se pasan por alto.

Diversificar también en este aspecto (como se hace con activos) puede darte más tranquilidad, mayor exposición estratégica y reducir la dependencia de una sola entidad.

Y recuerda: no se trata de complicarte la vida, sino de tomar decisiones informadas. En inversión, la sencillez no está reñida con la prudencia.

Si esto te ha sido útil puedes consultar los próximos artículos que seguiremos publicando para que aprendas a invertir y puedas cambiar tu vida.