Saltar al contenido
Inversiones Desde Cero

¿Qué es un ETF y en qué se diferencia de un fondo indexado?

Si ya llevas un tiempo aprendiendo sobre inversiones, seguro que has oído hablar de los ETFs. Y si además has leído algo sobre fondos indexados, puede que te estés preguntando si son lo mismo, si uno es mejor que otro o cuál te conviene más.

En este artículo te voy a explicar de forma clara qué es un ETF, cómo funciona y en qué se diferencia de un fondo indexado. Porque aunque a simple vista parecen parecidos, hay varios matices importantes que deberías conocer antes de invertir.

¿Qué es un ETF?

ETF son las siglas de “Exchange Traded Fund”, que en español sería algo así como “fondo cotizado en bolsa”. Es un producto de inversión que combina lo mejor de dos mundos: por un lado, es un fondo (es decir, agrupa muchas acciones, bonos o activos en uno solo), y por otro lado, se compra y se vende como si fuera una acción.

En la práctica, eso significa que puedes entrar o salir de un ETF en cualquier momento del día mientras el mercado esté abierto, algo que no puedes hacer con un fondo tradicional. Además, hay ETFs que replican índices famosos como el S&P 500, el MSCI World o incluso sectores como el tecnológico, energías renovables o materias primas.

Por ejemplo, en lugar de comprar acciones de Apple, Microsoft, Google, Amazon, etc. por separado, puedes comprar un solo ETF que incluya todas esas empresas, lo cual te da una diversificación instantánea.

¿Y qué es un fondo indexado?

Un fondo indexado también es un fondo de inversión, pero su particularidad es que no intenta “ganar al mercado”. Su objetivo es replicar el comportamiento de un índice de referencia (como el S&P 500 o el IBEX 35).

La principal ventaja de los fondos indexados es su sencillez y bajo coste. Al no tener gestores activos decidiendo qué comprar o vender, los gastos de gestión son mucho más bajos. Esto a largo plazo supone una diferencia importante en la rentabilidad final.

¿Qué tienen en común?

Antes de meternos en las diferencias clave, es útil entender lo que tienen en común:

  • Diversificación: tanto los ETFs como los fondos indexados permiten invertir en una gran cantidad de activos de forma automática.
  • Replican índices: ambos productos suelen seguir índices muy conocidos.
  • Costes bajos: aunque hay diferencias, los dos ofrecen comisiones reducidas en comparación con los fondos gestionados de forma activa.
  • Ideales para largo plazo: están pensados para inversores que quieren crecer poco a poco, sin estar comprando y vendiendo todo el día.

¿Y en qué se diferencian?

Aquí es donde está lo interesante. Las diferencias no son muchas, pero sí importantes:

1. Forma de compra

  • ETF: se compra como una acción, a través de un broker. El precio cambia en tiempo real durante la sesión bursátil.
  • Fondo indexado: se compra a través de una gestora o banco, y el precio se fija una vez al día.

– Esto significa que con un ETF puedes reaccionar en cualquier momento del día, mientras que con un fondo indexado hay que esperar al cierre del mercado para que se ejecute la orden.

2. Comisiones

  • Los ETFs suelen tener comisiones de gestión muy bajas (algunas de 0,07 %), pero pueden tener costes ocultos: comisiones del broker, canon de bolsa, horquilla de compra-venta…
  • Los fondos indexados normalmente tienen todo incluido en una sola comisión más fácil de entender.

– Si estás empezando, un fondo indexado es más transparente y sencillo.

3. Fiscalidad (en España)

Este punto es vital si vives en España.

  • Los fondos indexados permiten traspasos sin tener que tributar por ello.
  • Los ETFs no. Cada vez que vendes uno, tienes que declarar la ganancia en la declaración de la renta.

– Esto convierte a los fondos indexados en una opción más atractiva para quien quiera moverse entre productos sin pasar por Hacienda cada vez.

4. Aportaciones periódicas

  • Los fondos indexados permiten automatizar tus inversiones mensuales fácilmente.
  • Los ETFs, al comportarse como acciones, no permiten aportaciones automáticas desde la plataforma. Tienes que hacerlas tú manualmente.

– Si buscas automatizar tu inversión, los fondos indexados ganan por goleada.

5. Accesibilidad y facilidad

  • Fondos indexados: pensados para principiantes. Las plataformas te lo ponen fácil, no tienes que preocuparte de cuándo comprar ni de entender cómo funciona un broker.
  • ETFs: más técnicos. Necesitas saber cómo se ejecuta una orden, qué es una horquilla, y usar plataformas como Degiro o Interactive Brokers.

– No es que los ETFs sean difíciles, pero sí requieren más implicación.

Entonces ¿cuál es mejor para ti?

La respuesta es la de siempre: depende.

  • Si estás empezando y quieres invertir sin complicarte, lo tuyo probablemente sea un fondo indexado.
  • Si ya tienes algo de experiencia, quieres más control o estás dispuesto a aprender a usar un broker, los ETFs pueden ofrecerte más opciones y costes algo menores.

Ambos son excelentes para invertir a largo plazo. No se trata de que uno sea “mejor” que otro, sino de cuál encaja mejor con tu estilo.

Ejemplo práctico

Imagina que quieres invertir en el S&P 500.

  • Con un fondo indexado, podrías usar una plataforma como MyInvestor y contratar un fondo como el Amundi Index S&P 500, con una comisión del 0,15 %. Puedes programar aportaciones mensuales y olvidarte.
  • Con un ETF, usarías un broker como Degiro para comprar el VUSA (ETF del S&P 500 de Vanguard), pagando menos comisión, pero comprando manualmente cada vez.

Conclusión

Tanto los ETFs como los fondos indexados son vehículos eficientes para hacer crecer tu dinero con el tiempo. Ambos te dan acceso a los mercados globales, permiten diversificar con poco dinero y tienen comisiones bajas.

Si eres alguien que quiere invertir de forma fácil, automática y sin preocuparte mucho, el fondo indexado es la mejor opción.

Si prefieres aprender a manejar un broker, controlar el momento de compra y buscar costes mínimos, dale una oportunidad a los ETFs.

Lo importante no es buscar el producto perfecto, sino el que te permita ser constante. Porque al final, el éxito en la inversión no está en acertar siempre, sino en empezar y mantenerte en el camino correcto.

Si esto te ha servido consulta los próximos artículos que seguiremos añadiendo en esta web para que aprendas a invertir y puedas cambiar tu vida.